Ayuntamiento de Azaila

"La España Citerior que no está en poder de los enemigos, o nosotros o Sertorio la hemos devastado hasta el exterminio"
Carta de Pompeyo al Senado de Roma (75-74 a.C.)

El Asedio
Durante los trabajos de excavación se pudo comprobar que la ciudad fue destruida violentamente. El estudio de los materiales arqueológicos ha podido relacionar esta destrucción con lo que se conoce como la guerra sertoriana.
Sertorio fue un general romano nombrado gobernador de Hispania por el Senado de Roma. Este general se sublevó y Roma mandó contra él a sus mejores generales, como Pompeyo, provocando una guerra en toda la Peninsula Ibérica, especialmente dura y cruel en el valle del Ebro.

Los indicios.

El estudio de algunos restos conservados y las excavaciones arqueológicas ha permitido saber a grandes rasgos cómo fueron los últimos momentos se esta ciudad, que tras sufrir un duro asedio, fue tomada al asalto y destruida.
El elemento más importante relacionado con este asedio es sin duda la rampa de asalto que se localiza a los pies del extremo sur del Cabezo. Se trata de una lengua de tierra que se fue acumulando en dirección a la acrópolis de la ciudad, enterrando calles y casas de la zona baja, justo hacia un tramo de muralla que apareció derrumbado cuando se excavó el yacimiento.
Las rampas de asalto se realizaban para salvar las defensas exteriores, como el foso en este caso, y aproximar una torre de asalto móvil con un ariete para derrumbar las murallas. Este parece que fue el caso de Azaila.
Otros indicios, como la aparición de barricadas en las calles, armamento como catapultas de torsión, proyectiles de piedra y losas de la calle levantadas formando campos de piedras hincadas, hablan de un prolongado asedio a la ciudad, que se había preparado para resistir.

La reconstrucción de los hechos.

Se supone que el ejército que atacó la ciudad la rodeó en un primer momento e intentó tomarla al asalto; era el procedimiento habitual. Al fracasar levantaron un asedio en toda regla. La potencia del ejército atacante queda demostrada por las concentraciones de proyectiles de catapulta que aparecieron en las proximidades de las puertas de las murallas.
Mientras los atacantes bombardeaban la ciudad, comenzaron a transportar y acumular tierra formando la rampa de asalto y a construir una torre de asalto, de madera con piezas metálicas. Partieron del llamado ahora tozalico ya que consideraron que era el punto más débil del sistema defensivo.
Dia a día los defensores tenían que ver, impotentes, cómo se iba acercando hacia ellos la rampa de asalto.

Incapaces de evitar que llegase a los pies de la muralla, se prepararon para una lucha sin cuartel; construyeron barricadas en las calles, tapiaron puertas, y crearon un último reducto defensivo en el extremo norte, junto a las dos torres que todavía se conservan.
Cuando la rampa de tierra rellenó el foso y llegó hasta la muralla se preparó el asalto final: la artillería enemiga barrió de defensores la muralla para aproximar la torre de asalto. En el momento en que los golpes del ariete de la torre derrumbó la muralla, los atacantes entraron en la ciudad como un torrente, luchando cuerpo a cuerpo en cada calle y en cada casa hasta tomar toda la ciudad, que quedó completamente destruida.
reconstruccion
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