Se supone que el ejército que atacó la ciudad la rodeó en un primer momento e intentó tomarla al asalto; era el procedimiento habitual. Al fracasar levantaron un asedio en toda regla. La potencia del ejército atacante queda demostrada por las concentraciones de proyectiles de catapulta que aparecieron en las proximidades de las puertas de las murallas.
Mientras los atacantes bombardeaban la ciudad, comenzaron a transportar y acumular tierra formando la rampa de asalto y a construir una torre de asalto, de madera con piezas metálicas. Partieron del llamado ahora tozalico ya que consideraron que era el punto más débil del sistema defensivo.
Dia a día los defensores tenían que ver, impotentes, cómo se iba acercando hacia ellos la rampa de asalto.
